Nací en febrero del 2001 en Madrid y he vivido toda mi vida en esta ciudad a la que amo tanto. Estudié en el Colegio Suizo desde el 2006 hasta el 2019 y allí fue donde tuve mi primer contacto con el cine de manera seria, cuando escribí el guion de Proyecto Kr como mi trabajo de Madurez (una especie de Trabajo Fin de Estudios que se hace en el sistema suizo, al llegar al curso equivalente a 2º de bachillerato). Ahora mismo soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid, donde estudio el grado en la modalidad bilingüe en inglés.

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Desde que tengo memoria me han gustado las grandes historias y me ha gustado contarlas. Tendría yo unos 10 o 12 años cuando decidí que quería ser novelista. ​Empecé a escribir mis historias en cuadernos durante las clases mientras los profesores no me miraban y tuve la mala suerte (o no tan mala suerte) de que no conseguía acabar ninguna, con lo que el sueño de ser escritor fue apagándose poco a poco. Cuando me puse a escribir Proyecto Kr (guion que, por cierto, da nombre a este proyecto) lo hice como un fanfic de una serie que me encanta y los personajes fueron cobrando tanta personalidad que acabé alejándomelos de la historia original para crear una propia. Y cuando acabe ese primer guion supe que podría seguir contando historias, solo que con otros medios. 

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La música, por otro lado, es cosa de familia. En mi casa crecí rodeado de música y de músicos y ya desde muy, muy pequeño mi padre y mi abuelo me transmitieron su pasión por esta disciplina artística. Con 8 años comencé mi formación en piano, lo que me ha permitido acceder a otros campos artísticos como el teatro y la danza y me ha aportado una visión global de la creación artística. Mi formación como compositor es casi autodidacta, aunque casi todo lo que sé se lo debo a mi padre, a mi abuelo y por supuesto a los grandes compositores que he interpretado con el paso del tiempo. 

 

Ahora, aunque ya no soy tan niño, sigo soñando con contar historias, con llevaros a mundos fantásticos, a conocer a personajes excepcionales y a viajar conmigo a través de ellas, solo que ahora no lo haré con una pluma y un papel, sino con una cámara y un gran equipo a mi lado.